Una vez llega la muestra al laboratorio es sometida a unos estrictos controles de calidad por lo que una vez obtienes tus resultados la calidad de los mismos está garantizada.
Si la muestra llegase en mal estado lo detectaríamos y te avisaríamos. Además el tubo en el que se incluye la saliva lleva un líquido estabilizante que se encarga de mantenerla en buen estado al menos 3 meses.