1. Propósito del Crédito
Crédito Hipotecario: Está específicamente diseñado para la compra de bienes raíces, como una casa o un terreno. El inmueble adquirido queda como garantía del préstamo.
Usos comunes: Compra de vivienda, construcción de una propiedad, refinanciamiento de una hipoteca existente.
Crédito Personal: Es un préstamo de libre destino, lo que significa que puedes utilizarlo para cualquier propósito, como consolidar deudas, pagar gastos médicos, realizar un viaje o hacer mejoras en el hogar.
Usos comunes: Gastos personales, consolidación de deudas, educación, gastos de emergencia.
2. Monto del Préstamo
Crédito Hipotecario: Generalmente, permite acceder a montos mucho más elevados, ya que está garantizado por un inmueble. El monto aprobado puede ser de cientos de miles o incluso millones de pesos, dependiendo del valor de la propiedad y tu capacidad de pago.
Ejemplo: Puedes obtener un crédito hipotecario de $1,500,000 para comprar una casa.
Crédito Personal: Los montos suelen ser más bajos, ya que no requieren una garantía tangible. El monto que puedes pedir depende principalmente de tu perfil crediticio e ingresos.
Ejemplo: Un crédito personal típico puede oscilar entre $20,000 y $500,000.
3. Plazo de Repago
Crédito Hipotecario: Los plazos son largos, típicamente entre 10 y 30 años. Esto se debe a los altos montos prestados y a la necesidad de mantener los pagos mensuales manejables.
Ejemplo: Un plazo común es de 15 a 20 años, lo que permite pagar el crédito en cuotas más bajas, distribuidas a lo largo de mucho tiempo.
Crédito Personal: Los plazos son mucho más cortos, usualmente de 1 a 5 años. Esto refleja los montos menores y la falta de garantía física.
Ejemplo: Un crédito personal podría ofrecer un plazo de 3 años para un préstamo de $100,000.
4. Tasas de Interés
Crédito Hipotecario: Generalmente, tiene tasas de interés más bajas en comparación con los créditos personales, debido a que está respaldado por una garantía inmobiliaria. Las tasas pueden ser fijas o variables, dependiendo del acuerdo.
Ejemplo: Las tasas pueden oscilar entre 7% y 10% anual.
Crédito Personal: Al no tener una garantía específica, las tasas de interés suelen ser más altas. Además, las tasas de los créditos personales son típicamente fijas.
Ejemplo: Las tasas de interés pueden variar entre 15% y 30% anual, dependiendo de tu perfil crediticio.
5. Requisitos y Documentación
Crédito Hipotecario: Los requisitos son más estrictos y la documentación más extensa. Necesitarás proporcionar comprobantes de ingresos, historial crediticio, documentos de la propiedad, avalúos y otros documentos legales.
Ejemplo: Además de tu identificación y comprobantes de ingresos, necesitarás un avalúo de la propiedad y el contrato de compra-venta.
Crédito Personal: Los requisitos son más simples y menos estrictos. Generalmente, solo necesitas presentar identificación, comprobantes de ingresos, y en algunos casos, referencias personales.
Ejemplo: Con un buen historial crediticio, podrías obtener un crédito personal solo con tu INE y tus últimos recibos de nómina.
6. Proceso de Aprobación
Crédito Hipotecario: El proceso es más largo y complejo, debido a la necesidad de evaluar tanto tu capacidad de pago como el valor y estado legal de la propiedad. Puede tomar de varias semanas a meses.
Ejemplo: La aprobación incluye la verificación de documentos, valuación del inmueble, y la firma de escrituras ante notario.
Crédito Personal: El proceso de aprobación es mucho más rápido, a menudo en cuestión de días o incluso horas, dependiendo de la institución financiera y tu perfil crediticio.
Ejemplo: Podrías recibir el crédito en tu cuenta bancaria el mismo día si todos los documentos están en orden.
7. Riesgo y Garantía
Crédito Hipotecario: Está asegurado por la propiedad que compras. Esto significa que si no cumples con los pagos, el banco puede tomar posesión de la propiedad mediante un proceso de ejecución hipotecaria.
Consecuencia: Riesgo de perder tu casa si no puedes cumplir con los pagos.
Crédito Personal: No requiere una garantía específica. Sin embargo, en caso de incumplimiento, podrías enfrentar acciones legales y daños a tu historial crediticio, pero no perderás un bien inmueble específico.
Consecuencia: Afectación a tu crédito y posibles demandas judiciales si no pagas.