Los expertos en finanzas han realizado una gran cantidad de estudios y análisis sobre el tema de la elección entre la gestión activa y la gestión pasiva en las inversiones. Para comenzar, es importante entender a qué hace referencia cada una y cómo pueden ayudar en tu vida de inversionista:
Gestión Pasiva:
La gestión pasiva se basa en la idea de que los mercados funcionan bien y que los precios de los activos reflejan toda la información disponible en cualquier momento.
Beneficios:
Costos Más Bajos: A diferencia de los fondos gestionados activamente, los fondos indexados suelen tener tarifas más bajas.
Diversificación Automática: Los inversores obtienen una amplia diversificación en sus carteras al replicar un índice, lo que ayuda a reducir el riesgo específico del mercado.
Desafíos:
La limitación de los rendimientos potenciales significa que los inversores no aprovechan la oportunidad de superar al mercado.
Exposición a los movimientos del mercado: Se ven afectados por todos los movimientos que se pueden ver reflejados en el momento.
Gestión Activa:
Por el contrario, la gestión activa implica intentar superar al mercado, seleccionando y ajustando las inversiones con frecuencia por parte de un asesor de cartera o un equipo de gestión profesional.
Beneficios:
Potencial de Rendimiento Superior: Los gestores de activos están constantemente buscando oportunidades para superar al mercado.
Adaptabilidad: Los gestores pueden acondicionar sus carteras a los cambios en el mercado.
Desafíos:
Costos más altos: Con frecuencia, la gestión activa implica tarifas más altas, lo que puede reducir los rendimientos netos.
Riesgo de subdesempeño: No todos los gestores activos pueden superar al mercado de manera consistente, también se debe entrenar y prepararse.
Determinando la estrategia más efectiva:
Tus objetivos financieros, tolerancia al riesgo y plan de trabajo determinarán si optas por la gestión activa o pasiva. Si estás buscando una estrategia simple y rentable con costos más bajos, la gestión pasiva puede ser una opción válida. La gestión activa, por otro lado, podría ser la mejor opción si deseas superar al mercado y estás dispuesto a asumir costos más altos y un mayor riesgo.
Conclusiones:
En resumen, elegir entre gestión activa y pasiva es un tema complicado que requiere un análisis exhaustivo de los beneficios y los inconvenientes de cada estrategia. Ambos métodos tienen defensores y detractores, y la mejor opción dependerá de tus circunstancias y preferencias.
Referencias:
Malkiel, B. G. (2007). A Random Walk Down Wall Street. W. W. Norton & Company.
Graham, B., & Dodd, D. L. (2008). Security Analysis: Sixth Edition, Foreword by Warren Buffett. McGraw-Hill Education.
Fama, E. F., & French, K. R. (2010). Luck versus Skill in the Cross-Section of Mutual Fund Returns. The Journal of Finance, 65(5), 1915-1947.