Principales artífices de la Guía MICHELIN desde 1933, los inspectores e inspectoras son parte del ADN de la Guía. Sin ellos, ninguna selección de restaurantes sería posible. Pero cuidado, pues… ¡no es inspector o inspectora todo el que quiere! La profesión exige ser un auténtico experto y poseer unas competencias muy concretas. Además de tener una sólida experiencia de al menos 10 años en el mundo de la hostelería/restauración, el inspector debe poseer un paladar bien entrenado, ser capaz de dejar de lado sus gustos personales con el fin de evaluar la cocina de cada establecimiento de la forma más objetiva posible y tener una amplia cultura de los productos, las zonas de producción y las tradiciones culinarias del mundo.
Detrás de este enlace te contamos los misterios de una profesión que fascina tanto como intriga.