La temporada de naranjas suele empezar a mediados de enero y finalizar a principios de abril. Durante estos meses podrás ir consumiendo tu cosecha de forma gradual y enviarlas a todas a la misma dirección o a varias direcciones para tí o a otra persona como regalo.

Cultivar naranjas no es como producir tornillos en una fábrica. Cada temporada tiene su peculiaridad. Cada temporada es diferente y por lo tanto son difícilmente comparables las naranjas de una temporada y otra. Nuestras naranjas tienen un denominador común que es lo que podemos asegurar: para nosotros calidad significa natural y frescura. Nuestras naranjas han sido cultivadas sin pesticidas ni herbicidas y son recolectadas el mismo día del envío para que las recibas frescas.

Las primeras naranjas de la temporada las notarás más ácidas y con el paso de los meses irán cogiendo dulzor. Una de las condiciones climatológicas que influyen en el dulzor de las naranjas es el diferencial térmico entre la noche y el día. Hay años donde esta diferencia de temperatura llega antes y otros años en los que el frío se retrasa. Una naranja recién recolectada siempre tendrá un sabor más ácido que otra naranja madurada en cámara. Como nuestra filosofía es sólo recolectar del árbol las naranjas que vamos a enviar, puede que te sorprenda su fuerte sabor. Esta acidez inicial se perderá de forma natural con el paso de los días.