Un portafolio agresivo es una estrategia de inversión que prioriza el crecimiento del capital por encima de la preservación del mismo y la generación de ingresos. Este tipo de cartera puede incluir una mayor proporción de inversiones de mayor riesgo, como acciones de empresas de rápido crecimiento o inversiones en mercados emergentes. Estas inversiones pueden ofrecer rendimientos más altos, pero también son más propensas a la volatilidad del mercado y tienen un mayor riesgo de pérdida de capital.