El Employee Engagement hace referencia al vínculo entre los empleados y la organización. Cuando se habla de employee engagement es inevitable hablar de felicidad en la empresa, de cultura de empresa, de motivación y de buen ambiente laboral.
Cada vez más estudios muestran el vínculo entre el compromiso de los empleados (employee engagement) y la cuenta de de las empresas. Un empleado más feliz en su empresa traslada esta felicidad a los clientes, que perciben el trato especial.
Asimismo, un empleado más satisfecho con su trabajo es más productivo y estadísticamente sufre de menos bajas médicas por malestares menores o enfermedades crónicas como estrés, depresión o presión arterial.
Se habla constantemente de generación de compromiso, de cuál es la forma óptima en la que deben actuar las empresas para mejorarlo y medirlo, pero las empresas pocas veces son realmente conscientes de su situación o incluso niegan tener un problema.
Una buena estrategia de Employee Engagement debería ser capaz de tocar los principales aspectos que repercuten en el compromiso de los empleados. Estas serían las claves para conseguirlo:
1. Confiar en los empleados
Muchas empresas se muestran reticentes ante la perspectiva de conceder una mayor autonomía a su plantilla. Lo cierto es que la libertad para organizar horarios y tareas es valorada muy positivamente por los trabajadores. Además, su confianza aumenta porque la empresa se fía de ellos.
2. Disponer de entornos de trabajo seguros:
Es un elemento estrechamente relacionado con el liderazgo. Los empleados deben tener la certeza de que pueden plantear sus opiniones e ideas sin temor a ser reprendidos por ello o a que sus iniciativas sean objeto de burlas o desprecios por parte de sus más inmediatos superiores.
3. Hacer comunes los objetivos de la empresa
Una de las causas más habituales de la disociación entre la empresa y la plantilla es que esta última no comparte los objetivos corporativos. La empresa debe “vender” su filosofía de negocio entre los empleados, animándolos a participar de ella y a proponer posibles mejoras.
4. Cercanía de los mandos de la empresa
Muchos trabajadores tienen la sensación de que los responsables de la empresa se sitúan deliberadamente en un plano superior a la plantilla, abriendo una brecha difícil de superar.
Los directivos y demás mandos de la empresa no pueden vivir en una suerte de atalaya, conviene que estrechen lazos con los empleados y se interesen por sus tareas y su situación.
5. Fomentar el trabajo en equipo
Aunque algunos perfiles profesionales ofrecen un mejor rendimiento cuando trabajan en solitario, está demostrado que las plantillas más cohesionadas presentan mayores niveles de satisfacción laboral y, por ende, de compromiso con la empresa. Razón de más para fomentar el trabajo en equipo.
6. Adecuar los incentivos a las necesidades de cada trabajador
Muchas empresas disponen de un programa de incentivos para recompensar los resultados extraordinarios. No obstante, no hay por qué pensar que todos los trabajadores tienen las mismas motivaciones. Los habrá quienes prefieran compensaciones económicas pero otros preferirán más horas libres o una posición distinta dentro de la empresa.
7. Reconocer el esfuerzo
Los buenos profesionales se preocupan por conseguir los mejores resultados sin necesidad que nadie les apremie para ello ni les reconozca su esfuerzo. Con todo, siempre resulta positivo que la empresa ponga en valor el papel de sus mejores efectivos y muestre interés en los resultados de sus empleados.
Las empresas que atienden este asunto poco a poco, y de manera constante, incrementan sus niveles de motivación entre los empleados, creando una cultura de compromiso que penetra en ellos y modifica su conducta para orientarla hacia la misión corporativa. Esto las vuelve más competitivas y rentables.