La precisión de un reloj no es producto de la casualidad, hay mucho trabajo detrás. El movimiento de un reloj mecánico es un sistema pequeño pero complejo formado por delicados componentes funcionando en perfecto equilibrio.
La marcha diaria puede verse influenciada por factores externos, como golpes (durante el transporte o en casa), la temperatura, el magnetismo, el estado de los lubricantes internos y, más frecuentemente, la posición del reloj, ya sea en la muñeca o fuera de ella.
La posición de un reloj afecta significativamente a su precisión. Concretamente, es la consecuencia del efecto de la gravedad sobre el volante, empujándolo hacia abajo independientemente de la posición del reloj. Es debido a la gravedad que un reloj suele presentar diferentes desviaciones en diferentes posiciones. Es decir, la desviación puede ser diferente dependiendo de si uno deja el reloj con la esfera mirando hacia arriba o apoyado sobre la corona.
Este es el motivo por el cual la marcha diaria es meticulosamente medida en 4 posiciones:
• Esfera arriba
• 6H (Corona a la derecha)
• 9H (Corona arriba)
• 3H (Corona abajo)
Las métricas resultantes proporcionan las desviaciones previstas por día. Por ejemplo, una prueba de precisión puede arrojar algo parecido a esto:
• Esfera arriba: +7,2 s/d
• 6H (Corona a la derecha): +7,5 s/d
• 9H (Corona arriba): +8,0 s/d
• 3H (Corona abajo): –6,3 s/d
• X: +6.1 s/d
La primera línea significa que si dejas ese reloj en particular en posición plana, con la esfera mirando hacia arriba, adelantará alrededor de 7,2 segundos en las primeras 24 horas, mientras que si lo dejas apoyado en sus 9H (corona hacia arriba) durante un día, adelantará, unos 8 segundos. La métrica X de la última línea es el comportamiento promedio estimado, es decir, la marcha media diaria.
Los calibres internos (in-house) de YEMA están calibrados para obtener una diferencia de menos de 25 segundos entre las lecturas en las cuatro posiciones probadas (es decir, marcha diaria en el rango de -/+ 10 s/d) y una variación máxima de 50 segundos (es decir, variación máxima en el rango de -/+ 25 s/d).
Si obtiene lecturas fuera de estas especificaciones (especialmente si su reloj adelanta), existe una gran probabilidad de que su reloj se haya magnetizado; puede leer más al respecto en este artículo:
A TENER EN CUENTA
Las mediciones se realizan entre los 10 y 60 minutos de haber cargado totalmente el reloj (con toda la cuerda dada) para evitar los efectos del isocronismo, ya que de lo contrario se obtendrían mediciones erróneas. Para ello, desenroscaremos la corona y, desde la primera posición (completamente metida en el reloj), le daremos 40 vueltas de 360 grados.
Asegúrese siempre de que al medir la precisión de su reloj éste esté alejado de dispositivos que pudieran interferir causando magnetismo, como teléfonos, ordenadores, altavoces, etc.
Lo ideal sería utilizar instrumentos profesionales para medir correctamente la precisión de la frecuencia, como los cronoscopios Witschi, que permiten medir con exactitud las secuencias de prueba en las cuatro posiciones de prueba reglamentarias.
Vale la pena recordar aquí que la popular metodología de automedición de la precisión de un reloj mediante aplicaciones de teléfonos móviles o celulares no es 100% precisa, ya que es un procedimiento manual que no depende de señales de sonido generadas por el movimiento mecánico del reloj.
Es por esto que probar un reloj durante 24 horas, con parte de ese tiempo siendo usado, en varias posiciones y reserva de marcha desconocida (y parte de ese tiempo parado) y perdiendo energía de forma constante no dé como resultado números idénticos a los que saldrían de una prueba hecha con un aparato profesional, con toda la cuerda dada, y medido en 4 posiciones, que puede proporcionar una lectura instantánea de la marcha diaria en cada posición.