La experiencia de viajar es una de las más valiosas, pero también puede transformarse en un reto económico si no se gestiona adecuadamente el dinero.
El secreto radica en balancear el placer del viaje con la estabilidad financiera e inversión. Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones para conseguirlo.
1. Establece un presupuesto factible
Previo al viaje, define un presupuesto definido que incluya transporte, hospedaje, comida, actividades y costos inesperados.
Un fallo habitual es desembolsar sin control y utilizar tarjetas de crédito o créditos, lo que podría impactar en tu estabilidad económica a largo plazo.
Evita contratar préstamos para viajar; en cambio, organiza con antelación y ahorra con un propósito definido. Además, puedes utilizar una fracción de los beneficios de tus inversiones para sufragar tu viaje sin poner en riesgo tu capital.
2. Conserva tus inversiones en curso
Tener un viaje no implica descuidar tu cartera. Si realizas inversiones en acciones, ETFs u otros activos, verifica su rendimiento de manera regular mediante instrumentos digitales.
En Vest, te brindamos la posibilidad de supervisar tu cartera desde cualquier parte del mundo.
Si optas por una estrategia más pasiva, piensa en invertir en activos de bajo mantenimiento, tales como fondos indexados o dividendos, que produzcan ingresos sin requerir una administración continua.
3. Emplea tarjetas que ofrecen ventajas para los viajeros
Las tarjetas de crédito que ofrecen incentivos en millas o que no cobran por transacciones internacionales pueden convertirse en aliadas estratégicas. No obstante, utilizalas con cautela y evita acumular deudas que puedan impactar tus futuras inversiones.
Si optas por viajar en efectivo, analiza las tasas de cambio y extrae dinero en sitios seguros para reducir gastos extra.
4. Da prioridad a experiencias sin invertir más
No es imprescindible desembolsar para gozar de un destino. Explora actividades asequibles o gratuitas, tales como museos de entrada gratuita, paseos por la ciudad o acontecimientos culturales.
Además, puedes elegir hospedajes asequibles sin renunciar a confort, como rentas temporales o programas de intercambio de viviendas.
La meta es gozar del viaje sin poner en riesgo tu estabilidad económica o la de tus inversiones.
5. Crea un fondo para situaciones de emergencia
Siempre es aconsejable disponer de un fondo de contingencia que te proteja ante gastos imprevistos, tales como inconvenientes de salud o cancelaciones de vuelos.
Este fondo te brindará la posibilidad de enfrentar situaciones inesperadas sin la necesidad de sacar dinero de tus inversiones o deudas.
Conclusión
Es completamente factible viajar y mantener unas finanzas estables con una adecuada planificación. Definir un presupuesto realista, mantener tus inversiones en marcha y utilizar de manera inteligente los recursos económicos te facilitará el disfrute sin inquietudes.
Es importante recordar que viajar no debe implicar endeudarse, sino maximizar tus recursos sin impactar en tu futuro económico.
¿Ya tienes en mente tu próximo destino? Garantiza que tu plan económico esté en sintonía con tu viaje y disfruta con serenidad.