La mayoría de las investigaciones demuestran que el entrenamiento del suelo pélvico no mejora ni invierte el grado de un prolapso, ni detiene necesariamente su progresión.
Sin embargo, los estudios han demostrado que los ejercicios del suelo pélvico pueden ser eficaces para mejorar los síntomas del prolapso (como reducir la sensación de pesadez o abultamiento), especialmente en el prolapso de leve a moderado (grado 1 ó 2), y también pueden mejorar la función sexual y la calidad de vida.
Si tienes un prolapso, es especialmente importante que prestes atención a tu técnica de ejercicios del suelo pélvico para evitar ejercer una presión adicional sobre los órganos del suelo pélvico. Te recomendamos que consultes o trabajes con un especialista en suelo pélvico para asegurarte de que los ejercicios de suelo pélvico son adecuados para tu caso concreto.