Escrito por Laura Justin, fisioterapeuta en Australia
Al caminar, correr, saltar o practicar deporte, nuestro suelo pélvico se esfuerza para sostener nuestros órganos pélvicos.
Los músculos y la fascia del suelo pélvico están dispuestos como una hamaca en la base de la pelvis y su función es mantener nuestros órganos en posición. El suelo pélvico contrarresta la fuerza de la gravedad y la presión abdominal que se genera cuando hacemos ejercicio.
Tener un suelo pélvico fuerte y sano ofrece soporte y te permite forzar el cuerpo para recuperar tu forma y fuerza del modo más rápido y seguro.
Acertar con el tipo de ejercicio o deporte puede ayudar a proteger el suelo pélvico y garantizar que incluso aquellas mujeres con problemas en esta zona obtengan los beneficios que la actividad física aporta a la salud.
¿Cuál es el ejercicio más seguro para mi suelo pélvico?
Hay pruebas de que los ejercicios de bajo impacto, especialmente caminar, reducen el riesgo de disfunción del suelo pélvico en las mujeres.
Sin embargo, esto no significa que correr y los ejercicios de alto impacto sean dañinos para el suelo pélvico. Las mujeres sin síntomas previos de incontinencia o prolapso pueden realizar un amplio abanico de deportes con total seguridad.
Los entrenamientos deportivos de alto nivel deben incluir ejercicios específicos para los músculos del suelo pélvico para garantizar que las deportistas tengan la fuerza y protección necesarias para su actividad física.
Si experimentas algún síntoma mientras haces ejercicio, como pérdidas o pesadez, lo más recomendable sería reducir el nivel de impacto hasta que logres aumentar la fuerza de tu suelo pélvico.
Modificando tu rutina de ejercicio para reducir los saltos o las carreras, concentrándote en el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico con la ayuda de tu fisioterapeuta especializado, podrás aliviar los síntomas y recuperar el nivel necesario para volver a disfrutar de las actividades más exigentes.
También hay pruebas que sugieren que entre las atletas jóvenes existe una mayor incidencia de músculos del suelo pélvico hipertónicos o hiperactivos. En estas mujeres, el entrenamiento del suelo pélvico centrado en la relajación y la liberación de los músculos puede ser una parte importante de su entrenamiento deportivo, dirigido a reducir el dolor y la tensión en la región pélvica.
¿Es el deporte un factor de riesgo de la incontinencia?
La disfunción del suelo pélvico afecta a un elevado número de atletas femeninas con muy diversas trayectorias deportivas, además de ser un impedimento para la actividad física en el caso de muchas mujeres.
No se ha demostrado que hacer deporte o participar en distintas actividades provoque incontinencia, pero sí puede empeorar los síntomas en algunas mujeres. Las mujeres que participan en ejercicios de alto impacto, como el crossfit, la gimnasia y los deportes que incluyen saltos, revelan una mayor incidencia de incontinencia (pérdidas de orina) que las mujeres que no son activas en estas prácticas. Alrededor del 30 % de las corredoras de larga distancia sufren de incontinencia urinaria, en un porcentaje muy similar a la población general. Las gimnastas especialistas en trampolín notifican la mayor incidencia de incontinencia urinaria de esfuerzo: hasta el 80 % de estas atletas experimentan pérdidas durante el entrenamiento.
Pero realizar un ejercicio moderado y de bajo impacto puede suponer un factor de protección para el suelo pélvico. Algunos estudios han demostrado que el ejercicio regular de bajo impacto, como caminar, puede incluso reducir el riesgo de desarrollar incontinencia.
¿Y el prolapso?
No hay pruebas que sugieran que el ejercicio pueda provocar el prolapso de los órganos pélvicos. No obstante, en el caso de aquellas mujeres que tienen un prolapso, las actividades de alto impacto (correr, saltar) pueden aumentar la gravedad y los síntomas del prolapso como la sensación de pesadez y el abultamiento de la vagina.
Instamos a las mujeres que experimentan pesadez, dolor o abultamiento de la vagina durante la actividad, a consultar a sus fisioterapeutas del suelo pélvico. Estos podrán darles pautas para entrenar el suelo pélvico e incluso recomendar artefactos como pesarios, que pueden aumentar el soporte de los órganos pélvicos durante el ejercicio.