Escrito por Laura Justin, fisioterapeuta en Australia
Los músculos del suelo pélvico, como cualquier otro músculo del cuerpo, pueden volverse hiperactivos o "tensos" a causa del estrés, un uso excesivo y otros factores. Esto puede ocasionar dolor y otros síntomas, igual que la debilidad del suelo pélvico.
También se aplican términos como suelo “hipertónico”, “tenso” o “disinérgico” para referirse a la hiperactividad del suelo pélvico.
¿Cuáles son los signos de un suelo pélvico hiperactivo?
Dolor al ponerte un tampón o durante las relaciones sexuales
Frecuencia urinaria (necesidad de ir con frecuencia al baño)
Sentir como si no pudieras vaciar totalmente la vejiga
Infecciones urinarias frecuentes
Estreñimiento
A veces también surge dolor y tirantez en la zona lumbar, la cadera, la ingle o el abdomen
En ocasiones, también se experimenta incontinencia urinaria de esfuerzo
Si bien estos síntomas pueden indicar la existencia de un suelo pélvico hiperactivo, la mejor forma de diagnosticarlo es sometiéndote a una evaluación con un fisioterapeuta del suelo pélvico. Así podrás determinar la causa de la tirantez que sientes en los músculos del suelo pélvico.
¿Qué provoca la hiperactividad del suelo pélvico?
Hay muchos factores que hacen que los músculos del suelo pélvico se vuelvan hiperactivos o se muestren muy tensos. Generalmente sucede cuando los músculos se contraen cuando deberían estar relajados.
Algunos de los posibles factores contribuyentes a esta condición incluyen:
Estrés: el suelo pélvico puede acumular tensión, como sucede por ejemplo en el cuello o la mandíbula
Trauma: como una lesión en la espalda, la cadera o la pelvis, o un trauma sexual
Infección o inflamación de los órganos pélvicos
Disfunción de la vejiga o el intestino
Hipermovilidad: algunas personas que carecen de estabilidad en la cadera y la pelvis pueden compensarla mediante los músculos del suelo pélvico
Patrones de sujeción crónicos: tensión constante en los abdominales, el suelo pélvico o los glúteos debido a hábitos posturales o de conducta
¡Demasiados ejercicios de Kegel! (Sí, es posible hacer demasiados)
¿Qué puedo hacer para lograr un suelo pélvico firme?
Aprender a relajar correctamente el suelo pélvico es el modo más eficiente de reducir la tensión muscular y los síntomas asociados. Puedes lograrlo de varias formas:
Mediante técnicas de relajación y respiración abdominal
Reduciendo el estrés del sistema nervioso; practicando por ejemplo ejercicios de mindfulness o yoga
Los buenos hábitos de vejiga e intestinales
Además de la relajación, existen tratamientos y ejercicios dirigidos a reducir aún más la actividad del suelo pélvico:
Liberación de terapia manual (interna o externa) por un fisioterapeuta
Masaje perineal
Estiramientos de cadera y pelvis
A veces, fortalecer los músculos de los glúteos puede ayudar a reducir la carga que soporta el suelo pélvico
¿Puedo seguir haciendo ejercicios de Kegel si tengo un suelo pélvico hiperactivo?
Depende, pero no lo recomendamos. Si te centras conscientemente en relajar los músculos cuando hagas ejercicios de Kegel, no te harás daño. Sin embargo, si al hacer ejercicios de Kegel te centras más en las contracciones y olvidas practicar la relajación posterior, podrías ejercer una tensión excesiva sobre la zona pélvica.
Siempre puedes solicitar ejercicios específicos a un fisioterapeuta del suelo pélvico adaptados a tu caso.