Una dieta cetogénica es una dieta baja en carbohidratos que produce cetosis. Esto significa que el cuerpo utiliza la grasa como fuente principal de energía en lugar de los carbohidratos. Para lograrlo, la dieta debe ser muy baja en carbohidratos y alta en grasas alimenticias, con una cantidad moderada de proteínas. Esto puede parecer contradictorio, ya que nos han enseñado que la grasa es mala para nosotros, pero la dieta cetogénica ha ido ganando popularidad por sus numerosos beneficios para la salud.

La dieta cetogénica implica agotar los carbohidratos del cuerpo y obligarlo a descomponer la grasa para obtener energía. Esto se logra reduciendo drásticamente la ingesta de carbohidratos y aumentando la ingesta de grasas. Al hacerlo, el cuerpo entra en un estado metabólico llamado cetosis, donde comienza a producir cetonas para usar como energía en lugar de glucosa.

La cetosis es un proceso metabólico normal, algo que el cuerpo hace para seguir funcionando. Cuando no tiene suficientes carbohidratos de los alimentos para que las células los quemen para obtener energía, quema grasa en su lugar. Como parte de este proceso, produce cetonas. Estas cetonas pueden proporcionar energía al cerebro y al cuerpo, lo que las convierte en una fuente eficiente de combustible.

Te llevará unos días o semanas sentirte lo mejor posible con la dieta cetogénica. Durante este tiempo, puedes experimentar síntomas de abstinencia de carbohidratos, como dolores de cabeza, fatiga e irritabilidad. Esto se debe a que tu cuerpo se está adaptando a usar la grasa como su principal fuente de energía. Sin embargo, una vez que te adaptes a la grasa, descubrirás que ya no ansiarás tanto los carbohidratos.