Escrito por Laura Justin, fisioterapeuta en Australia
¿Qué es la diástasis abdominal?
La diástasis abdominal se conoce comúnmente como separación abdominal o DRAM (diástasis de los músculos rectos abdominales, por sus siglas en inglés). Se trata de la separación del tejido conectivo que ocupa la mitad del abdomen y conecta ambas partes de los músculos rectos abdominales.
¿Por qué se produce la diástasis abdominal?
Durante el embarazo, el abdomen debe hacer espacio para el bebé que se está formando, lo que significa que los músculos abdominales deben estirarse. La presión del útero, también en crecimiento, así como los efectos hormonales sobre el tejido, pueden provocar la separación de la línea alba (tejido conectivo) entre los músculos.
La diástasis abdominal también puede suceder en ausencia de embarazo, por ejemplo en casos de pérdida de peso tras una situación prolongada de sobrepeso.
¿Se trata de algo normal?
Una pequeña separación abdominal (2 dedos de ancho) se considera normal durante el embarazo. De hecho, el 100 % de las mujeres experimentan algún grado de separación durante o inmediatamente después del embarazo.
En algunas mujeres, la separación se resuelve por sí sola, sin necesidad de una atención específica tras el parto.
Sin embargo, en otras mujeres esta separación puede significar que los músculos del abdomen sean más débiles, y esto puede conllevar protuberancias, abombamiento e incluso dolor o malestar.
Síntomas asociados a la diástasis abdominal:
Abultamiento del vientre o aspecto abombado en la parte central del abdomen
Sensación de debilidad "central"
Dolor lumbar o pélvico
Debilidad del suelo pélvico o incontinencia
Cuando tenemos más de un embarazo sin recuperar los músculos abdominales entre uno y otro, aumenta el riesgo de desarrollar diástasis debido al estiramiento repetido y prolongado de las paredes abdominales.
¿Cómo sé si tengo una diástasis abdominal?
Normalmente, la evaluación por parte de un fisioterapeuta, un obstetra o una matrona puede determinar la presencia de una separación abdominal después de dar a luz.
¿Qué debo hacer si tengo diástasis abdominal?
Después de tener tu bebé, el objetivo es reducir la presión excesiva sobre la pared abdominal, lo que podría ayudarte a reducir al menos el aspecto de la diástasis abdominal.
Por norma general, durante el embarazo y el postparto es aconsejable evitar:
Movimientos parecidos a las sentadillas, por ejemplo al salir de la cama. Una alternativa más segura es rodar hacia un lado e impulsarte después hacia arriba
Estreñimiento y un esfuerzo excesivo en el baño
Levantamiento de cargas pesadas
Hacer abdominales o sentadillas
Hay ejercicios abdominales alternativos más suaves que pueden aumentar la fuerza y función de tu abdomen, además de reducir los aspectos visuales más llamativos y el riesgo de desarrollar más dolores de espalda o pélvicos.
Las mujeres con diástasis abdominal grave pueden preocuparse por el cambio en el aspecto de su abdomen. En estos casos, la cirugía reparadora puede ser una buena opción.
Otros consejos útiles en caso de diástasis abdominal durante los primeros meses de vida de tu bebé incluyen:
Usar prendas de compresión en la zona del abdomen. Un fisioterapeuta especializado en salud de la mujer puede recetar y facilitar soportes abdominales o prendas de compresión.
Adoptar una posición correcta cuando estás de pie. Debes permanecer erguida y estirada, con una pequeña curva en la zona lumbar. Evita el balanceo excesivo de la parte baja de la espalda y recuerda no empujar las caderas hacia delante.
Ejercicios específicos abdominales y del suelo pélvico, como pilates suave o ejercicios prescritos por tu fisioterapeuta.
La diástasis abdominal y ejercicios el suelo pélvico
Los profesionales de la salud suelen prescribir a las mujeres con diástasis abdominal ejercicios ligeros de rehabilitación para la pared abdominal y los músculos del suelo pélvico.
Dada la importancia de no "empujar" o esforzarse en los primeros meses postparto (especialmente si sufres de diástasis abdominal), lo más recomendable es que te evalúen para asegurarte de poder realizar una contracción correcta del suelo pélvico.
Incluso si tienes diástasis abdominal, en cuanto sientas que puedes "sujetar" tu pared abdominal utilizando los abdominales profundos y los músculos del suelo pélvico, podrás empezar a realizar más ejercicios específicos (e incluso usar dispositivos de entrenamiento del suelo pélvico).