Escrito por Laura Justin, fisioterapeuta en Australia
¿Cuántas mujeres sufren estas complicaciones?
El prolapso de los órganos pélvicos (POP) implica el descenso de los órganos pélvicos (la vejiga, el útero, el recto o el intestino) hacia las paredes vaginales o, en algunos casos, hasta llegar a salir de la vagina.
Estadísticas actuales indican que a lo largo de su vida, 1 de cada 3 mujeres experimentarán algún grado de prolapso. Es curioso que una afección tan común apenas se mencione. El prolapso de los órganos pélvicos no es motivo de vergüenza. ¡Es un reto que puede formar para de la aventura de ser mujer! No obstante, sí es algo que puede ocasionar molestias pero que, afortunadamente, suele tener un tratamiento sencillo.
¿Por qué sucede el prolapso de un órgano?
Los músculos del suelo pélvico son como una hamaca que ocupa la parte inferior de tu cavidad pélvica, bajo tus órganos pélvicos (2). Cuando el tejido conectivo (los músculos y ligamentos) del suelo pélvico se estira en exceso, debilita y resulta dañado, deja de poder sujetar debidamente los órganos en su posición habitual dentro de la pelvis, especialmente si se aplica presión intraabdominal (1). Entonces se produce un prolapso de los órganos. Esto hace que uno o más órganos desciendan hacia la vagina.
¿Qué sensaciones produce el prolapso?
A menudo, el prolapso de los órganos pélvicos se describe como pesadez o sensación de tener muy hinchada la vagina. También se puede experimentar como un arrastre, hundimiento o caída de los órganos hacia el espacio vaginal. Estas sensaciones pueden ir acompañadas de síntomas urinarios o intestinales, o dolor durante las relaciones sexuales en función del órgano afectado.
El tejido que podemos llegar a sentir o incluso ver es en realidad la propia pared vaginal, que está siendo empujada por uno de los órganos.
Síntomas de prolapso de la vejiga (pared vaginal anterior)
Dificultad para vaciar la vejiga
Chorro de orina débil
Infecciones urinarias frecuentes
Prolapso uterino
Dolor agudo durante las relaciones sexuales
Cambios en las sensaciones durante las relaciones sexuales
Intestinos (prolapso de la pared vaginal posterior):
Dificultad para vaciar tu intestino
¿Qué provoca el prolapso de los órganos pélvicos?
Durante el embarazo: el peso del bebé y los cambios hormonales
Durante la menopausia: la reducción de hormonas que protegen el tejido conectivo
Durante el parto: la gran presión que se ejerce sobre el suelo pélvico y las posibles lesiones
Por esfuerzos importantes: el estreñimiento crónico y el esfuerzo pueden sobrecargar la estructura del suelo pélvico y derivar en un prolapso de estos órganos
Los diferentes grados:
Si tienes un prolapso, un examen de un profesional de la salud reproductiva determinará su alcance:
Grado 1 = El órgano prolapsado no alcanza la vulva.
Grado 2 = El órgano prolapsado alcanza la vulva, pero no sale de ella.
Grado 3 = El órgano prolapsado alcanza la vulva, sale levemente de ella, pero puede empujarse nuevamente dentro con facilidad.
Grado 4 = El órgano prolapsado alcanza la vulva, sale levemente de ella y no puede empujarse dentro con facilidad.
Estrategias de gestión del prolapso de los órganos pélvicos
Prolapsos de grado 1-2:
Fortalecer los músculos del suelo pélvico puede ayudar a reducir los síntomas
Evitar el estreñimiento, así como el ejercicio y los esfuerzos excesivos
El uso de artefactos insertables como pesarios o tampones para ayudar a sostener las paredes vaginales.
Nota: pasar un tiempo acostada con las piernas elevadas puede ayudar a reducir los síntomas más agudos
Prolapsos de grado 3-4:
Para tratar prolapsos que sobresalen de la vagina y que son sintomáticos para la mujer, se recomienda el tratamiento quirúrgico.
Existen varias opciones quirúrgicas que pueden ayudar a mantener en su lugar los órganos pélvicos o la pared vaginal, o que optan por extirpar el útero (histerectomía) para reducir la presión cuando se da un prolapso uterino.
Habla con tu ginecólogo o fisioterapeuta especializado en salud femenina sobre las mejores opciones para tus síntomas.