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Enciclopedia de salud pélvica
El suelo pélvico, sexo y embarazo
El suelo pélvico, sexo y embarazo
Actualizado hace más de una semana

Escrito por Laura Justin, fisioterapeuta en Australia

Cambios en el suelo pélvico durante el embarazo

Los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo afectan a todos los tejidos del cuerpo, incluidos los músculos y ligamentos. Esto se traduce en que los músculos y tejidos conectivos, que deben funcionar correctamente para que el suelo pélvico también lo haga, se ven afectados y pueden mostrarse más laxos o distendidos.

Este es un proceso normal e importante durante el embarazo que permite que, llegado el momento, el bebé se mueva más fácilmente a través del canal de parto.

Este cambio del tono muscular, junto con el aumento de peso del bebé ejerciendo presión sobre el suelo pélvico, puede tener un efecto que no deseamos: una disminución de la fuerza y el soporte del suelo pélvico que puede desembocar en la incontinencia (pérdidas) o al prolapso de los órganos pélvicos.

Otro factor que afecta al suelo pélvico durante el embarazo son los intestinos. Los niveles de hormonas durante el embarazo ralentizan la motilidad intestinal y hacen que las mujeres sean más propensas a sufrir estreñimiento. Es importante gestionarlo aumentando la ingesta de líquidos y fibra, llevando una dieta saludable, haciendo ejercicio y tomando suplementos si fuera necesario, dado que un esfuerzo excesivo al defecar puede poner todavía más presión sobre el suelo pélvico.

Sexo durante el embarazo

Para la mayoría de las mujeres, seguir manteniendo relaciones sexuales durante el embarazo resulta seguro y muy importante para la relación de los futuros padres. En algunos casos, el médico aconseja evitar las relaciones sexuales durante el embarazo, por ejemplo si hay síntomas como el sangrado o un posicionamiento bajo de la placenta, ya que incrementen el riesgo de un parto prematuro.

Algunas mujeres embarazadas pueden experimentar un aumento de su libido y el placer durante el sexo debido a los cambios hormonales y al aumento del flujo sanguíneo en esa zona. Por otro lado, algunos otros síntomas del embarazo, como las náuseas o el dolor en la cintura pélvica, pueden hacer que el sexo resulte incómodo para otras mujeres. Lo más importante es escuchar a tu cuerpo y hacer lo que te parezca correcto en cada momento.

Entrenamiento del suelo pélvico durante el embarazo

Es importante que continúes entrenando los músculos del suelo pélvico durante el embarazo. Esto te ayudará a reducir la incontinencia, aumentar tu función sexual y acelerar la recuperación tras el parto. También hay pruebas que indican que ejercitar el suelo pélvico durante el embarazo reduce la duración de la segunda fase del trabajo de parto.

Dado que los entrenadores del suelo pélvico no se han probado en mujeres embarazadas por razones éticas, no te recomendamos utilizar este método de entrenamiento durante el embarazo. Sí recomendamos otras alternativas para fortalecer el suelo pélvico durante esos meses, como los ejercicios de Kegel manuales, el yoga prenatal o pilates.

¿Cuándo puedo volver a mantener relaciones sexuales tras el parto?

La respuesta más fácil sería: ¡depende!

Volver a tener relaciones sexuales después del parto es algo muy personal para cada mujer y su pareja, y que depende de muchos factores, como el tipo de parto, si tienes o no lesiones perineales y si sientes dolor.

En los casos de parto vaginal, generalmente se recomienda esperar hasta después de tu revisión médica de las 6 semanas antes de tener relaciones sexuales. Esto suele coincidir con el fin de los loquios, o sangrado postparto.

Si tuviste algún desgarro durante el parto o recibiste puntos en el perineo, es probable que necesites una evaluación y rehabilitación complementarias con un fisioterapeuta en salud de la mujer antes de volver a mantener relaciones sexuales con penetración. Incluso después de recibir la autorización de tu médico, deberás seguir haciendo las cosas a tu ritmo. Si bien algunas mujeres se sienten listas para explorar el sexo después de 6 semanas, otras pueden tardar mucho más en sentirse cómodas, ¡y eso es muy normal! Es importante que escuches a tu cuerpo y busques sin prisa con tu pareja hasta encontrar lo que te resulte más cómodo.

Recuerda que el sexo no tiene por qué centrarse siempre en la penetración. Un masaje perineal, las caricias y otras formas de compartir vuestra intimidad son formas excelentes de recuperar las relaciones sexuales. Es un buen modo de volver a conectar con tu pareja, lo cual es muy importante ahora que os enfrentáis juntos al desafío de criar a un recién nacido. Cuando te sientas lista para el sexo con penetración, recuerda que es normal experimentar algo de sequedad vaginal tras el parto. Usar un buen lubricante puede ayudar, así como elegir posturas sexuales en las que la mujer mantiene el control del ángulo y la profundidad de la penetración.

Aunque los cambios en la vida sexual son algo muy común tras la llegada de un bebé, el sexo no debería ser doloroso. Si sientes dolor, asegúrate de hablar con tu médico o profesional de la salud.

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