Escrito por Laura Justin, fisioterapeuta en Australia
Aunque la incontinencia la padecen muchas personas de todas las edades y géneros, sigue siendo un tema del que se habla muy poco. Aunque hablar de las pérdidas de orina durante la cena con los amigos pueda parecer un tema improbable, ser abierto con los amigos sobre los síntomas puede reducir el estigma, la vergüenza y ayudar a seguir participando en las actividades sociales que se disfrutan.
Muchas personas con incontinencia reducen sus salidas y actividades sociales debido a las pérdidas o al miedo a las mismas, y pueden desarrollar comportamientos como estar siempre pendiente del baño o limitar la actividad física.
A continuación te ofrecemos algunas formas de hablar con tus amigos sobre la incontinencia para que todos lo entiendan, se sientan menos solos y sigan participando en la vida.
Recuerda que lo más probable es que algunos de tus amigos tengan los mismos síntomas que tú, e incluso pueden tener algún consejo útil para ti. Hay 50.000 australianos (o alrededor de 1 de cada 4 mujeres en EE.UU.) con problemas similares de intestino y vejiga.
Pregunta a tu especialista en salud todas tus dudas sobre tu enfermedad. Es más fácil cuando se trata de algo médico y te sentirás más segura para responder a tus amigos si tienen preguntas sobre la incontinencia después
Recuerda: aunque te resulte un poco embarazoso hablar de ello, iniciar una conversación con personas cercanas puede hacerte sentir mejor y darte ese nivel de apoyo adicional.
Busca grupos de apoyo en Internet. La comunidad Perifit es un buen comienzo. Es una forma estupenda de acceder a historias y recomendaciones de personas con experiencias similares.
Piensa en pedirle a un familiar o amigo que te apoye que te acompañe cuando se lo cuentes a otras personas.
Asegúrate de estar en un espacio seguro en el que te sientas cómodo para tener la conversación.
En cuanto a las situaciones que pueden desencadenar o provocar un episodio de incontinencia, aquí tienes algunas formas de expresar tus preocupaciones para poder seguir disfrutando de las actividades sociales, sin tener que evitar la situación por completo. En lugar de evitar actividades sociales como un paseo, intenta ser sincero y sugerir opciones más accesibles para ti:
"Lamentablemente, mi suelo pélvico no está en condiciones de hacerlo en este momento, ¿podría tomar un café después?
"Cuando hagamos planes para el día puede que necesite hacer algunas paradas adicionales para ir al baño".
"Estoy trabajando con un fisioterapeuta de suelo pélvico y me ha recomendado que pruebe el pilates/yoga en lugar del entrenamiento HIIT, ¿te gustaría probarlo conmigo?
"Siento no poder ayudar a levantar esta caja ya que mi suelo pélvico no soporta bien las cargas pesadas, ¿hay algún otro trabajo en el que pueda ayudarte?"
"Estaré más cómodo si nos sentamos en un lugar más cercano al baño, ¿te parece bien?".
Por el contrario, si un amigo expresa su preocupación por su continencia, tranquilízale diciéndole que es algo común, pero no normal, y que existen profesionales y técnicas no invasivas que pueden ayudar a reducir los síntomas.