Si has terminado tu programa de entrenamiento, ¡felicidades! Has sido constante en tu entrenamiento.
Una vez terminado el programa, se te presentan varias opciones.
La primera cuestión que debes plantearte es: ¿continúo teniendo síntomas?
Si así fuera, tus opciones son:
Puedes ajustarlo a un nivel inferior (especialmente uno que desees dominar) en el mismo programa de entrenamiento.
Optar por otro programa de entrenamiento.
También puedes consultar con tu fisiólogo o especialista para que te recomiende ejercicios que puedas realizar libremente en el modo de práctica.
Si has dejado de tener síntomas, pide cita a tu especialista en suelo pélvico y consúltale si el entrenamiento de esa parte de tu cuerpo continúa siendo una prioridad.